viernes, 23 de abril de 2010

¡Feliz Día del Libro!

"La núbil languidez de sus movimientos era sólo aparente: después de cada desdeñosa flexión de las rodillas, en la rigidez repentina de las corvas y en la indolencia felina de sus caderas sueltas, un tanto anticipadas en relación con los hombros, asomaba una extraña agresividad, un aire concientemente agraviado o despechado. Mientras caminaba, descalza, se abrochó la blusa con manos inertes y dobladas como tallos rotos. Los pequeños shorts amarillos se le habían pegado a las ingles y tiró nerviosamente de los bordes hacia abajo con el pulgar y el índice, aislando los demás dedos, igual que si tocara una materia infectada y temiera contagiarse. Y al mismo tiempo que cerraba los ojos, en su boca pálida se dibujó una sonrisa despectiva: no tenía conciencia de su cuerpo, sino de la enojosa presencia que aún había en él de otro cuerpo. Al llegar a la puerta de cristales, una ráfaga de viento movió sus largos cabellos lacios, desnudó su cuello alto y redondo, y durante unos instantes, al sumergirse en la luz de la luna que viniendo de la terraza entraba en el cuarto como una espuma blanca, su figura se inmovilizó como por efecto de un repentino flash."

Últimas tardes con Teresa, Juan Marsé

miércoles, 7 de abril de 2010

Escenas gaditanas

Escena 1.
Dos matrimonios de que rondan los 75 cada uno, sentados en una terracita del centro histórico y con la carta del menú en la mano. Conversación entre uno de ellos. Señora entradísima en carnes, pelo casi al cepillo y dientes postizos. Él, repeinado, piel ajada y enjuto como la mojama.

- Que se dise beicon, Manuel, beicon… Que no es Baigón. Que Baigón es lo de los moscos!!! (Insecticida Baygon)


Escena 2.
Siete y media de la mañana. Única cantina abierta al lado de la estación de trenes. Un tipo pequeño y flaco tomándose un coñac en la esquina de la barra, un estudiante chino de la Escuela de Turismo de Álava tan desubicado como confundidos nosostros al verle y una pareja preguntando por el siguiente bus a un camarero alto, tranquilo y de pelo cano.

- Disculpe, ¿me puede decir como puedo llegar hasta la Playa de la Cortadura, para salir hacia Madrid?

- Claro, pisha. Ustedes vais aquí a la esquina. Andáis un poquillo a la deresha y ya veréis la parada. En lo alto pone el nombre del autobús… que es el… (pausa prolongada y algo inquietante)… el uno. Entonces lo que tenéis que hacer es esperar a que llegue… Cuando veáis un autobús con un… (nueva pausa)… un uno en la cabecera, ese es. Y a ese os tenéis que subir… comprendéis.

-Perfectamente, caballero. Muchas gracias, buenos días.