miércoles, 27 de febrero de 2008

De velos, burkas y burkinis




El burkini es un bañador femenino diseñado de tal forma que los brazos, las piernas, el cuello y la cabeza de la mujer quedan cubiertos. Tal y como exigen los preceptos más radicales del islam. Una especie de hiyab para nadar, si me apuran.

Hace unos días, dos mujeres ataviadas con este tipo de bañador fueron expulsadas amablemente de una piscina semi pública de Zwolle, en Holanda. Presumo que por lucir una prenda que coarta de algún modo ciertos derechos de la mujer. Sin embargo, desde la secretaría de Estado del Deporte, su responsable, Jett Bussemaker, adució que, lejos de islamizar el entorno, el burkini "es higiénico y seguro", ayuda a la integración de la mujer musulmana en la sociedad holandesa y que no hay por qué prohibir su uso.
La función del burkini es la misma que la de hiyab. O que la de un chador, un burka, un nikab o que la del pañuelo denominado shayla. Tapar, cubrir, esconder el cuerpo de la mujer. "Pero discutir sobre el uso de estas prendas es un error. La cuestión es discutir sobre la moral sexual que representan", dice la ex diputada holandesa Ayaan Hirsi Ali, nacida en Mogadiscio (Somalia) hace 38 años.

En palabras de Hirsi Ali, esta moral es aquella por la cual la mujer es la responsable de la sexualidad del hombre. "Debemos cubrir nuestro cuerpo para que él no se excite; debemos permanecer encerradas en casa, para que él no se excite. Esta moral, que pone toda la responsabilidad sobre la mujer, es lo que hay que discutir", añade.

Un velo, un burka o un burkini no dejan de ser meras prendas de vestir. Deberíamos pensar que allá cada cual con que si quiere o no ponérselas. Pero mientras sigan representando lo que hoy representan, su uso debería estar prohibido en países demócratas donde la religión (afortunadamente) permanece separada de la política.
Tal vez ese sea el primer paso para cambiar la moral de la que habla Hirsi Ali, aunque ese cambio sólo se produzca en Occidente. Y si no, al menos, la vida de estas mujeres, su día a día, sería más cómodo. Pruébense si no un burka e intenten dar tres pasos seguidos sin toparse con cualquier objeto. Luego, imaginen que llevan cuatro bolsas de la compra repletas de leche, huevos y hortalizas y que además deben andar vigilando que sus tres retoños no crucen en rojo, etc... Pues eso.

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