Si mis datos son correctos, Melilla es la única ciudad española que conserva monumentos erigidos en la dictadura franquista y que se refieren explícitamente a ésta. En concreto dos. Uno de ellos es una estatuta del general Franco, junto al puesto de inspección fronteriza del puerto melillense (les confesaré que me pasó completamente inadvertida cuando llegué hace unos días, aquel cabrón tampoco era muy alto).
El otro es el de la imagen, en pleno centro de la ciudad, la Plaza de los Héroes se llama. Imaginen. Me comentan que varias oenegés y un sinfín de asociaciones han pedido al gobierno de la ciudad autónoma que retire ambos monumentos. Pero ahí siguen. "Ya sabe usted como son los políticos", me dice el botones del hotel donde me alojo. No en vano, pienso por pensar en algo sin demasiada enjundia, fue aquí, en Melilla, donde aquel tipejo se hizo fuerte y fraguó, en parte, el golpe de estado a la República.
1 comentario:
Hola Ivancho, todavia por aquí, me alegro por nosotros.
Un abrazo.
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