domingo, 19 de octubre de 2008

"El cáncer terminará siendo sólo otra enfermedad crónica más"


Salvador Macip (Blanes, 1970) es un tipo brillante. Y un cerebro fugado. Médico doctorado en Genética Molecular por la Universidad de Barcelona “se fugó” a Nueva York donde pasó una década investigando sobre el cáncer en el prestigioso hospital Mount Sinai. Le fue bien: “ahora trabajamos en unos fármacos que controlarán el crecimiento de las células cancerígenas”. Este año emigró a Reino Unido. Allí, en la Universidad de Leicester, estudia una alternativa a la polémica creación de embriones para extraer de ellos células madres. Lo cuenta en Inmortales y Perfectos (Destino /Edicions 62).

No entiendo el por qué de la polémica. De una célula madre desarrollan un órgano, cualquiera, para transplantarlo en lugar del que está enfermo. Resulta idóneo...
El problema es ético. Le explico: creamos un embrión a partir de dos células. Éste se desarrolla y a los cuatro días le extraemos la célula madre para desarrollar el órgano. Ahí está el problema, que muchos creen que a partir de la concepción, el embrión ya es un niño; pero no es más que una masa de células. Aunque también está el hecho de que se ha sacado provecho de un embrión que debe dar una vida.

Complicado. ¿No hay otro modo de obtener células madre?
Estamos investigando en ello, aunque no son lo mismo, las células pluripotentes inducidas pueden dar idéntico resultado.

¿Pluripotentes inducidas...?
Células adultas, que extraemos de humanos y las convertimos en células madre.

¿Así de simple...?
No, en realidad no. Tiene sus riesgos: que una vez trasplantado el órgano, una célula crezca y se convierta en un cáncer. O que otra que se ha extraído para un órgano en concreto, se desarrolle de otro modo. Hay variables que aún deben ser estudiadas.

Dígame, si puede generarse cualquier órgano, ¿podemos ser, como dice su libro, inmortales?
No, yo le he hablado de órganos para alargar la vida, que ha sido siempre la función de la medicina, no de acabar con las enfermedades. Podremos vivir hasta los 90, los 100 años. Y tal vez sí, tener un aspecto más joven. ¿Pero, y ahora dígame usted, de qué le sirve parecer un chaval con 80 años si padece un Alzheimer galopante o tiene cáncer?

¿También va a tumbarme el mito de la clonación?
La verdad es que hoy es, a nivel técnico, imposible clonar humanos. Somos una especie muy difícil de clonar. Y aunque fuéramos de las fáciles, como las ovejas, como Dolly, volvemos a toparnos con la ética.

¿Por qué?
Porque para clonar a Dolly hicieron falta 400 embriones y 400 ovejas que los engendraran. Hubo abortos, malformaciones. Imagine eso en humanos. No es ético ni viable.
Ciencia ficción, entonces...
Por ahora sí. Pero en 15 años será posible. Aunque le advierto, un clon no será una fotocopia del original, pueden haber variaciones en el tono de la piel, por ejemplo. Y tampoco de un Einstein, va a salir otro Einstein. La inteligencia también depende del entorno.

Cambiemos de tema. ¿Llegaremos a vencer al cáncer?
No, creemos que jamás se podrá curar. Es una enfermedad compleja. Una célula que enloquece y empieza a reproducirse sin parar. Y esas células nacientes hacen lo mismo. Puedes tratar de eliminarlas, pero basta que quede una para que el cáncer se regenere.

Me muestra un panorama muy poco alentador.
En absoluto. Que no pueda curarse, no quiere decir que mate. El cáncer terminará siendo sólo otra enfermedad crónica más. Trabajamos en unos nuevos fármacos que, aunque no terminen con el cáncer, sí lo tendrán controlado. Quienes padecen esta enfermedad suelen ser gente mayor a la que les queda 10 o 20 años de vida. Con estos fármacos podemos mantener las células afectadas dormidas durante ese tiempo. Así que los enfermos de cáncer morirán de otra cosa, de viejos, por ejemplo.

(En http://www.adn.es/pdf/ADN-2008-09-30-BCN.pdf. Fotografía de Guillem Valle)

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